El mecanismo de cooperación regional exigió a Insulza, a través de un comunicado, el cese de sus ataques contra el gobierno venezolano.
De acuerdo con el texto, el ALBA rechaza "de la manera más firme la conducta reiterada del Secretario General de la OEA, de interferir en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela."
Señaló asimismo que Insulza utiliza su cargo para contribuir con la estrategia de una minoría política nacional que trata de negar la existencia de una institucionalidad democrática en Venezuela.
"La Secretaría General de un organismo internacional regional es una institución al servicio de los Estados miembros y, en ninguna manera, un árbitro o un tribunal ante el cual deban dirimirse asuntos de la vida política interna", recalca el comunicado.
Los países miembros del ALBA, y en especial los que también forman parte de la OEA exigieron a Insulza respeto por la institucionalidad democrática de Venezuela.
Asimismo, exhortaron a las demás naciones miembros de este organismo, con sede en Washington, "a reaccionar ante lo que constituye un retroceso peligroso a los tiempos en que la OEA fue instrumento del intervencionismo y el colonialismo en nuestro continente".
Esta semana, Insulza, de nacionalidad chilena, declaró que "sigue a la espera de que el Gobierno venezolano me autorice a viajar al país, para verificar denuncias de violaciones de derechos humanos".
El ALBA está integrado por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Ecuador, Antigua y Barbuda y Venezuela.
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