Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

viernes, 31 de agosto de 2012

La ofensiva de Occidente contra el derecho internacional



Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Una nueva película, Compliance, examina “el deseo humano de seguir y obedecer a la autoridad”.
Instituciones liberales como los medios de comunicación, universidades, tribunales federales y organizaciones de derechos humanos, que han funcionado tradicionalmente como barreras a la obediencia ciega a la autoridad, se han puesto en nuestros días de parte del poder. La subversión de esas instituciones las ha hecho pasar de controles del poder a sirvientes del mismo. El resultado es la transformación de la cultura del Estado de derecho en una autoridad irresponsable que se basa en el poder mantenido por la propaganda.
La propaganda es importante para inculcar confianza en la autoridad. El caso de Pussy Riot muestra el poder de la propaganda de Washington incluso dentro de Rusia y revela que la propaganda de Washington ha sobornado a importantes organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, Chatham House y Amnistía Internacional.
Los medios de comunicación occidentales describen a Pussy Riot como un grupo de rock punk, pero parece que en los hechos es un grupo conocido como Voina (Guerra) que realiza presentaciones públicas imprevistas lascivas o escandalosas como la de la catedral rusa, una orgía sexual en un museo y eventos similares. (Vea también: http://plucer.livejournal.com/265584.html).
Tres de las participantes en la capital fueron detenidas, inculpadas, juzgadas, condenadas por violar una ley estatutaria y recibieron sentencias de dos años de prisión. La Voz de Rusia recientemente transmitió una discusión del caso desde su estudio de Londres. Representantes de Human Rights Watch y Chatham House argumentaron que en realidad se trata de un caso de libertad de expresión y que las mujeres eran prisioneras políticas por criticar al presidente ruso Putin.
La afirmación es falsa. En la actuación blasfema de la catedral rusa no mencionaron a Putin. Las referencias a Putin se añadieron después al video colocado en Internet con el fin de presentar un delito como protesta política.
Los representantes de derechos humanos también argumentaron que la condena de las mujeres solo podría ocurrir en la Rusia de Putin. Sin embargo, el presentador del programa señaló que en realidad la mayoría de los países europeos tienen leyes similares a las de Rusia y que numerosos infractores europeos han sido arrestados y castigados incluso con mayor severidad. Por cierto, recientemente leí una noticia de Alemania de que un grupo de imitadores de mujeres había escenificado una protesta similar en apoyo a Pussy Riot y había sido arrestado. Un análisis de estos temas aparece aquí: http://mercouris.wordpress.com/
Los representantes de los derechos humanos parecían creer que Putin no había pasado el test democrático al no detener el procesamiento. Pero un país tiene un Estado de derecho o no lo tiene. Si Putin pasa por sobre la ley, significa que Putin es la ley.
Haya tenido o no Washington una mano en el evento de Pussy Riot a través de los grupos de protesta que financia, “Hitlery” Clinton se apresuró a hacer propaganda. La libertad de expresión estaba amenazada en Rusia, dijo.
Washington utilizó el caso de Pussy Riot para vengarse de Putin por haberse opuesto a la destrucción de Siria. El tema legal no considerado es la interferencia de Washington en los asuntos internos de Rusia. El cercano alineamiento de las organizaciones de derechos humanos con la propaganda de Washington perjudica la credibilidad de la defensa de los derechos humanos. Si los grupos de derechos humanos se ven como auxiliares de la propaganda de Washington, su autoridad moral se evapora.
El predominio del idioma inglés, debido a la dominación británica del mundo en los siglos XVIII y XIX y la dominación estadounidense en el Siglo XX y en la primera década del Siglo XXI, facilita el control de las explicaciones por parte de Washington. Otros idiomas simplemente no tienen el alcance necesario para competir.
Washington también tiene la ventaja de haberse presentado como defensor de la ética en la Guerra Fría. Los pueblos que formaban parte del imperio soviético e incluso muchos rusos todavía ven a Washington como el bueno de la época. Washington ha utilizado esa ventaja para financiar “revoluciones de colores” que han apartado a algunos países de la esfera de influencia rusa y los han llevado a la de Washington.
Tony Cartalucci concluye que “Amnistía Internacional es propaganda del Departamento de Estado”. http://www.informationclearinghouse.info/article32257.htm
Cartalucci señala que la directora ejecutiva de Amnistía es la ex funcionaria del Departamento de Estado Suzanne Nossel, quien combina la “defensa de los derechos humanos” con la hegemonía global de EE.UU.
Amnistía parece un amplificador de la propaganda de Washington. El último correo de Amnistía a sus miembros (27 de agosto) dice: “Como si no fuera bastante vergonzoso el último proceso y sentencia de tres miembros de Pussy Riot, ahora la policía rusa está persiguiendo a otros miembros de la banda. No cabe duda: las autoridades rusas son implacables. ¿Hasta dónde están dispuestas a ir para silenciar las voces del disenso? ¡Decid al gobierno ruso que deje de perseguir a Pussy Riot!”
El correo electrónico de Amnistía Internacional del 23 de agosto a sus miembros: “Despierta mundo”, es completamente unilateral y culpa enteramente de la violencia al gobierno sirio, no a al Qaida o a otros grupos externos que Washington ha armado y lanzado contra el pueblo sirio. Amnistía solo se preocupa de conseguir imágenes visuales que condenen al gobierno sirio ante el público: “Trabajamos por colocar estas secuencias incriminatorias en manos de periodistas en todo el mundo. Apoyad nuestro trabajo y ayudad a asegurar que nuestro vídeo de primera mano sea visto por miembros influyentes de los medios”.
Pussy Riot por lo menos tuvo derecho a un proceso. Es más de lo que obtuvo el marine estadounidense, Brandon Raub, veterano de dos períodos de servicio de combate. Raub puso en Facebook su opinión de que había sido utilizado por Washington en nombre de una agenda ilegal. La policía local, el FBI, y el Servicio Secreto fueron a su casa, lo sacaron a rastras y bajo la autoridad de un trabajador social, lo confinaron en un hospital mental para observarlo.
No vi ninguna protesta de Human Rights Watch, Amnistía Internacional o Chatham House. En su lugar, un juez de tribunal de circuito de Virginia, W. Allan Sharrett, exigió la inmediata liberación de Raub y declaró que no había motivos para detener y confinar a Raub solo por ejercer su derecho a la libertad de expresión.
Cada vez se castiga más a los estadounidenses por ejercer sus derechos a la libertad de expresión. En youtube se encuentra una serie de videos de violencia policial contra el movimiento Ocupa. Muestran a los matones de la Gestapo policial golpeando a mujeres, pulverizando pimienta sobre manifestantes sentados con sus cabezas inclinadas, golpeando con sus porras y quebrando cabezas y manifestantes golpeados hasta perder la conciencia, esposados y arrastrados por ejercer un derecho protegido por la constitución.
Ha habido más protestas por Pussy Riot que por la detención ilegal y tortura de Bradley Manning o por la amenaza del gobierno del Reino Unido de invadir la embajada de Ecuador y sacar a Julian Assange, el director de WikiLeaks.
Cuando un disidente chino buscó asilo en la embajada de EE.UU. en China, el gobierno chino se sometió al derecho internacional y permitió la salida del disidente a EE.UU. Pero Gran Bretaña, adalid de la “libertad y la democracia”, niega un salvoconducto a Assange, que ha obtenido asilo, y no hay protestas de Clinton en el Departamento de Estado.
En China’s Rise, America’s Fall, Ron Unz presenta un convincente argumento de que el gobierno chino respeta más el Estado de derecho y escucha más a su pueblo que Washington.
Actualmente son Rusia y China, no el Reino Unido y Europa, las que cuestionan la pretensión de Washington de que el gobierno de EE.UU. está por encima de las leyes internacionales y tiene derecho a derrocar los gobiernos que desaprueba.
La ilegalidad que ahora caracteriza a los gobiernos de EE.UU. y del Reino Unido constituye una gran amenaza para el mayor logro de la humanidad, el Estado de derecho por el cual los británicos combatieron desde el tiempo de Alfredo el Grande en el Siglo IX hasta la Gloriosa Revolución del Siglo XVII. ¿Dónde están las protestas por la destrucción anglo-estadounidense del Estado de derecho?
¿Por qué no se preocupan Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Chatham House?
© Copyright Paul Craig Roberts, paulcraigroberts.org , 2012
Paul Craig Roberts fue editor de The Wall Street Journal y secretario asistente del Secretario del Tesoro estadounidense. Es autor de HOW THE ECONOMY WAS LOST , publicado por CounterPunch/AK Press. Su último libro publicado es Economies in Collapse: The Failure of Globalism , publicado en Europa, junio de 2012.

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