Adital
Los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) están pasando por su mayor
crisis desde su instalación, hace cerca de dos años, en La Habana, Cuba. El
presidente Juan Manuel Santos decidió suspender las negociaciones después del
supuesto secuestro, por los guerrilleros de las FARC, del general Rubén Darío
Alzate, en el Departamento de Chocó, oeste del país, el último domingo 16 de
noviembre.
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| El presidente Juan Manuel Santos junto al general Rubén Darío Alzate en enero de este año. |
Por su parte, la dirigente de la guerrillera dice que no
sabe el paradero del general secuestrado, y sostiene que el proceso de paz debe
continuar. "El proceso de paz, cuyos avances activaron la esperanza de
reconciliación, no puede ser puesto en peligro por decisiones impulsivas. Para
sorpresa del mundo, esta decisión la toma un gobierno que ha negado, tenazmente
la posibilidad de que el proceso de paz se desarrolle en medio de una tregua o
armisticio, que ayude a acabar con el conflicto. La posición de dialogar bajo
el fuego cruzado, cada día supone mayor insensatez”, declara un comunicado de
la guerrilla.
De acuerdo con informaciones de las propias Farc, el
llamado "chacho” [abreviatura de muchacho] del actual plan de guerra
contrainsurgente imperial en Colombia, general Rubén Darío Alzate, comandante
de la "Task Force TITÁN”, con 31 años de experiencia en combate, según la
primera versión dada por el ex-presidente Álvaro Uribe a la prensa abandonó sus
escoltas de seguridad y se embarcó solo en una lancha, llegando a una pequeña
comunidad ribereña del río Atrato donde estarían esperando por él, escondidos
en casuchas de paja algunos guerrilleros de las Farc para detenerlo y, de esa
manera, provocar la ruptura de los
diálogos de paz.
"Tal estupidez, digna de la ingenuidad de una Ingrid
Betancourt [ex-senadora y detenida política de las Farc], no es concebible en
un militar condecorado como Alzate, que sabe por experiencia propia que la
guerra (...) está llena de imprevistos e incontrolables detalles particulares”,
destaca la Guerrilla.
Para el movimiento, lo cierto es que Uribe, por lo menos
hasta este momento, alcanzó su objetivo "soñado” de romper los diálogos de La
Habana, "gracias al perverso juego impuesto por JM Santos a los diálogos, de
‘negociar en medio de las balas’ (...) y a su refinada soberbia militarista de
no aceptar un armisticio bilateral para ambientar un clima pacífico y propicio
para la reconciliación demandada por los colombianos”.
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| El comandante de las Farc Pastor Alape leyó el breve comunicado en Havana. |
Después del secuestro del brigadier general Alzate, el
presidente Santos ordenó que su equipo negociador, que este martes 18 tenía
previsto comenzar en La Habana el ciclo 31 de los diálogos centrados en el tema
de las víctimas, suspendiera las negociaciones. Después de la media noche del
domingo 16, en una declaración dada después de reunirse con la cumbre militar
en Bogotá, el presidente anunció la suspensión del viaje de su equipo hacia la
capital cubana.
Informaciones oficiales dan cuenta de que Rubén Darío
Alzate fue secuestrado por las Farc cuando visitaba en ropa de civil la
comunidad Las Mercedes, a 15
kilómetros de Quibdó, capital de Chocó (oeste).
Conjuntamente con el oficial fueron secuestrados el cabo primero Jorge
Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de proyectos especiales del
Ejército para Chocó.
"Lo importante es que las Farc, ya sabemos, fueron
responsables de ese secuestro, un secuestro totalmente inaceptable. (...)
responsabilizamos a las Farc por la vida y la seguridad de esas tres personas y
exigimos que las liberen cuanto antes”, enfatizó el mandatario.
Santos dijo también que hay una serie de circunstancias
(del secuestro) que precisan ser esclarecidas. Entre ellas mencionó: "¿Por qué
estaba el general Alzate de civil?, ¿por qué dijo a sus escoltas que no lo
acompañaran?, ¿por qué desobedeció la advertencia del piloto de la lancha para
que no fuesen río abajo tan lejos?”.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, viajó a Chocó
para coordinar, conjuntamente con el comandante del Ejército, general Jaime
Lasprilla, las acciones para dar con el paradero del general y de los otros dos
secuestrados.
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