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martes, 16 de junio de 2015

El modelo petrolero…se desvanece


Aún seguimos teniendo la mala costumbre de buscar referentes teóricos off shore (fuera de costa), término petrolero, para autoexplicarnos las causas y consecuencias de nuestros traumas que vivimos actualmente.  Afanosamente recurrimos, para revisar nuestros procesos históricos y sus interpretaciones en el presente, a autores, que si bien es cierto escriben con buena prosa, muy poco tienen que ver sus generalidades con las realidades nuestras. En ese sentido queremos traer referencias a dos venezolanos, Domingo Alberto Rangel y al Profesor Miguel T. Salas, sobre el fracaso del modelo petrolero que ha gobernado a Venezuela durante un siglo...es hora de cambiar el modelo o definitivamente morir.

Modelo parasitario

Domingo Alberto Rangel (1923-2012), entrevistado antes de su muerte en Las Verdades de Miguel (numero 437), fue un revolucionario convencido. Eso es indudable. DAR, como le llamábamos en la década de los 70 en la universidad Central de Venezuela, acompañó al comandante Chávez, al lado de Pedro Duno y Núñez Tenorio. Domingo Alberto ha sido, junto Pérez Alfonso, Salvador de La Plaza y Rodolfo Quintero, uno de los más grandes analistas criollos de la crisis estructural venezolana a partir de la aparición de la tentación del diablo: el petróleo, que generó la hipertrofia del modelo social venezolano hasta nuestros días. Aquí extraemos algunos aspectos del análisis de Domingo Alberto de hace unas décadas atrás denominado “Una economía parasitaria” (1967):

"A partir del boom petrolero entre nosotros ha surgido una red de comercio y un aparato de servicios sin que tengamos una base industrial de sustentación. El comercio ha florecido, como las parasitarias, sobre una roca de hipertrofia petrolera. La burocracia y otros servicios emergieron y se expandieron sin conexión ninguna con el proceso de las fuerzas productivas internas. Sobre una agricultura de escombros y una industria enclenque, el sector terciario de nuestra economía montó su imperio, divorciado así del drama íntimo de una Venezuela frustrada”.

 Comparación Bolivia y Venezuela

Ese análisis de Domingo Alberto, de 1967, proyectó la dura realidad que estamos viviendo ahora. Si no logramos un aparato productivo fuerte y no superamos nuestra agricultura raquítica, reducida a agricultura de puerto, seguiremos padeciendo una gran debilidad que en efecto se ha convertido en una guerra económica como no la viven los países más pobres de América Latina y, dentro de ellos, el más pobre de los países progresistas como Bolivia, el cual ha logrado resolver el tema del desabastecimiento y la soberanía alimentaria. Hoy Bolivia exporta la quinua, un cereal rico en proteína que hoy es la delicia en Europa y USA, generando un ingreso de cerca de 200 millones de dólares cada año. Nosotros, lamentablemente,  seguimos exportando escasamente petróleo. Hay una parálisis en el tiempo. Antes del petróleo, exportábamos cacao, café y otros rubros agrícolas,  y hoy tenemos que importar casi el 90 por ciento de los alimentos que consumimos,  y eso es resultado de un manejo no adecuado, desde la cuarta hasta la quinta, un modelo petrolero del que nos confiamos, que si bien es cierto nos permitió resolver la deuda social acumulada en el tiempo, pero no resolvió la sostenibilidad económica. Esa mala aplicación del modelo, por otra parte, generó parasitismo, conformismo, paternalismo y disminuyó enormemente la vocación del trabajo.

 Si aumentan los precios del petróleo, ¿repetiremos el modelo?

Por otro lado el profesor Miguel Tinker Salas nos acaba de enviar su libro titulado “Una herencia que perdura…petróleo, cultura y sociedad en Venezuela”.  Salas expresa:  “La polarización de clases, política y hasta racial que ha surgido desde la elección del presidente Chávez puede remontarse, en parte a visiones muy diferentes de la nación y de la sociedad que surgieron a partir de una larga y amplia experiencia con la industria petrolera….La industria petrolera continúa siendo el componente central de la economía venezolana y ha sido el factor decisivo en la evolución de sus estructuras sociales desde principio del siglo XX”. El profesor Salas, titular de la Universidad de historia y estudios latinoamericanos de Pomona College, en California (USA), nacido en Caripito, empalma con los estudios sobre los efectos del petróleo analizados por Rangel a partir de la llegada al poder de Hugo Chávez.

Ante la situación que vivimos, creo que existen una tendencia a seguir esperando el aumento vertiginoso de los precios del petróleo para repetir el modelo viciado rentista, otros, muy pocos, aspiramos revertir el modelo y comenzar a construir una Venezuela sostenible. Es necesario superar las venas abiertas de América Latina que ya está de cateterismo y reducida a un panfleto. Como dijo el viejo Domingo Alberto Rangel en su libro Fin de Fiesta (1982) “La situación del país será mañana infinitamente más comprometida en el momento en que venzan los alegres créditos que hoy contraemos. Porque entonces no dispondremos de recursos para afrontar esos vencimientos que inflaron la corrupción y la ligereza”.
http://www.alainet.org/es/articulo/170382  

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